Nature Síndrome de la vaca repetidora: Un problema multifactorial

Síndrome de la vaca repetidora: Un problema multifactorial

GANADERIASOS
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 El síndrome de la vaca repetidora es un problema de gran importancia en la cría de ganado tanto lechero como de carne debido a la pérdida económica que se genera como consecuencia del incremento en el número de inseminaciones o servicios, mayor intervalo entre partos y mayores tasas de sacrificio (1)

¿Qué es una vaca repetidora?

Se le conoce como vaca repetidora a aquella vaca que falla en concebir por lo menos en 3 o más servicios o inseminaciones espaciados entre sí, sin que se detecte alguna anormalidad (1) o que se mantiene infértil después de estos procedimientos (2).
Etiología
La causa del síndrome de la vaca repetidora no es del todo clara y puede deberse a múltiples factores. Estos factores pueden estar relacionados a la vaca, el toro, la inseminación, el medio ambiente y al manejo. Además, suelen superponerse, por lo que se hace difícil determinar la causa primaria (3).
Factores maternales relacionados al síndrome de la vaca repetidora
La mayoría de las causas del síndrome de la vaca repetidora normalmente están relacionadas a defectos maternos. La edad, defectos genéticos, infecciones del tracto genital, defectos en la conformación, desordenes hormonales, mortalidad embrionaria y defectos nutricionales se han indicado como causas de este síndrome. Sin embargo, el diagnóstico se hace difícil debido a que a menudo aparecen múltiples causas concomitantes (3).
Edad
Se ha reportado una alta tasa de vacas repetidoras en vacas viejas. Esto debido a las alteraciones en los niveles hormonales hipotalámicos o hipofisiarios o a la incapacidad de respuesta del ovario, el cual tiene baja viabilidad en edades avanzadas. Además, se sabe que la fertilidad en el ganado lechero disminuye después del cuarto o quinto parto (3).
Factores genéticos
Se ha descrito la presencia del síndrome de la vaca repetidora en individuos con anormalidades cromosómicas como la translocación 1/29 y la trisomía del cromosoma X (la vaca posee 29 pares de cromosomas + 1 sexual) (3).
Patologías del tracto genital
Las infecciones uterinas afectan negativamente los índices reproductivos de las vacas debido al mayor tiempo en la involución uterina y cervical luego del parto, alteración del desarrollo folicular y el incremento de la mortalidad embrionaria (3).
Se debe considerar la endometritis subclínica como una posible causa de falla de la preñez. Sin embargo, su diagnóstico puede ser complicado debido a la dificultad de realizarlo mediante palpación rectal y a que el análisis del moco cervical no refleja el estado del endometrio (3).
La degeneración del útero y aparición de neoplasias también pueden ser causas del síndrome, aunque su incidencia es muy baja. Otras patologías como hidrosálpinx, la estenosis traumática del cérvix, prolapso de los anillos cervicales, vaginitis, vulvitis o vestibulitis pueden modificar la función reproductiva normal de la vaca (3).
Defectos anatómicos del tracto genital
Las anormalidades que dificultan e inhiben la reproducción están presentes en el 6.15% de las vacas adultas y pueden llegar hasta el 80% en aquellas con un historial de infertilidad o repetición de servicios. Algunas anormalidades relacionadas al síndrome de la vaca repetidora son las adhesiones entre ovarios, trompas de Falopio o bursa ovárica, obstrucciones unilaterales o bilaterales y defectos de conformación (urovagina y pneumovagina) (3).
Disfunciones hormonales
Los altos niveles de progesterona con bajos niveles de estradiol durante el estro y un aumento tardío de la hormona luteinizante resultan en el envejecimiento de los ovocitos y en una fertilización anormal, mientras que un lento incremento en los niveles de progesterona durante la fase luteal temprana está asociado con una baja tasa de preñez (2).
Un nivel suprabasal de progesterona alrededor del estro está asociado con niveles bajos de gonadotropinas y con una incompleta regresión luteal luego de la luteólisis, lo que prolonga el crecimiento folicular y daña el ovocito. La progesterona es esencial para la implantación y mantenimiento de la preñez. Cuando hay una disfunción del cuerpo lúteo, disminuyen las concentraciones de progesterona, lo que afecta negativamente la fertilidad (3).
Muerte embrionaria
El embrión del bovino previene la luteólisis mediante la liberación de una sustancia de origen trofoblástico alrededor de los días 16 a 18, lo que mantiene la función luteal y preñez. Cuando hay muerte embrionaria temprana, los niveles de progesterona y LH se alteran lo que provoca la falla en el mantenimiento del cuerpo lúteo (3).
Defectos nutricionales
La disminución en el consumo de alimento, peso y condición corporal originan un desequilibrio endocrino que afecta la fertilidad. Esta deficiencia en la nutrición además puede afectar el periodo postparto debido a que retrasa la involución uterina e incrementa el número de días abiertos (3) (4). El selenio, yodo, cobre, así como las vitaminas A, D y E, mantienen la salud y el buen estado reproductivo, por lo que su deficiencia predispone a la aparición de vacas repetidoras (5).
Factores del macho relacionados al síndrome de la vaca repetidora
Si bien los factores relacionados al macho no son tan comunes como los relacionados a la hembra, deben ser tomados en cuenta como una posible causa del síndrome de la vaca repetidora. Es importante evaluar la función espermática tanto en montas naturales como en inseminación artificial. En el caso de las inseminaciones artificiales se debe considerar que solo el 50% de los espermatozoides recuperan la motilidad luego de la descongelación (3).
Lugar de deposición del semen
El esperma eyaculado por el toro en la vagina o colocado en el útero por el inseminador debe alcanzar al oviducto para que ocurra la fertilización. Por lo que una inseminación defectuosa como la colocación del semen en la entrada del cérvix puede generar una vaca repetidora y disminuir las tasas de fertilidad (3).
Momento de deposición del semen
Cuando otras vacas o el macho montan a la vaca se considera como un signo de que está en celo. Este comportamiento puede durar entre 13 a 17 horas en promedio, y la ovulación puede ocurrir aproximadamente a las 30 horas de iniciado el celo. Teniendo en cuenta esto, se hace importante que la inseminación se realice lo más cerca de ese momento. Por lo que no realizar la inseminación en el momento adecuado podría dar como resultado una vaca repetidora (3) (4).