Imagina una noche estresante fuera de casa: sin estacionamiento, una larga espera por una mesa, una cena apresurada, un aire acondicionado que no funciona bien y tus pantalones ya se sienten más ajustados después del postre. Ahora, visualiza las últimas 70-90 libras de ganancia para un cerdo de mercado: curiosamente familiar, ¿verdad?
Durante la fase final de engorde, los cerdos pasan de la deposición de masa magra a la de grasa, lo que incrementa los costos de mantenimiento a expensas de la eficiencia. A medida que se acumulan factores de estrés adicionales, estos afectan el rendimiento y reducen las ganancias del productor.
Algunos de los desafíos que enfrentan los cerdos en la fase final de engorde son:
1. **Estrés ambiental:** Los cerdos en fase final de engorde, al ser más grandes y pesados, son más susceptibles al estrés por calor. Las temperaturas por encima de la temperatura crítica superior de un cerdo desvían la energía hacia la regulación de la temperatura corporal en lugar del crecimiento, lo que resulta en una reducción de la ganancia diaria de peso. El estrés por calor también reduce la ingesta de alimento, lo que puede afectar la absorción de nutrientes. Esto también puede disminuir la eficiencia alimenticia y la digestibilidad de las proteínas.
2. **Ingesta de alimento inconsistente:** A medida que los cerdos se acercan al peso de mercado, consumen más alimento. Sin embargo, problemas como el hacinamiento y la competencia en los comederos pueden interrumpir la ingesta de alimento y la función adecuada del tracto gastrointestinal. Esto puede ralentizar el crecimiento y aumentar los días hasta el mercado. En consecuencia, los productores pueden enfrentar el dilema de vender cerdos más ligeros o incurrir en costos más altos debido a períodos de alimentación prolongados, lo que resulta en rendimientos reducidos.
Las estrategias nutricionales proactivas y las prácticas de manejo son esenciales para mitigar estos factores de estrés, optimizar la ingesta de alimento y mejorar la eficiencia y rentabilidad en general. Junto con una gestión efectiva de los silos y comederos, el control del ambiente en el establo y estrategias de marketing específicas, las soluciones de nutrición estratégica pueden ayudar a los cerdos a alcanzar eficientemente el peso de mercado a pesar de los desafíos de la fase final de engorde.
Incorporar aditivos alimenticios de baja inclusión como Ambitine® apoya la función gastrointestinal y la absorción de nutrientes sin necesidad de múltiples reformulaciones de la dieta; solo reemplaza 2 libras de maíz con el aditivo alimenticio Ambitine® para las últimas 70-90 libras de ganancia. Los estudios han demostrado que los cerdos alimentados con el aditivo Ambitine® mostraron una mejora en la ganancia diaria (+4.2%) y en la eficiencia alimenticia (-2.6%) en comparación con los controles, destacando el impacto de las estrategias nutricionales específicas en la optimización del rendimiento y el potencial de ganancias en los cerdos en fase final de engorde.
El estrés en la fase final de engorde no es rentable, pero incorporar el aditivo alimenticio Ambitine® en tu dieta de fase final sí puede serlo. Aprende más contactando a tu representante de PMI o visitando pmiadditives.com.
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