La queratoconjuntivitis infecciosa (Pink eye en inglés) es una enfermedad infectocontagiosa de muy alta morbilidad, distribuida a nivel mundial que afecta principalmente a ganado bovino, ovino y caprino. Es una enfermedad de gran importancia, pues afecta directamente al bienestar del animal, su desempeño, capacidad productiva; genera mucho dolor y puede causar ceguera temporal o permanente si no tratamos a los animales afectados de forma correcta y rápida.
Todos los que criamos ganado hemos visto y tratado alguna vez algún caso de queratoconjuntivitis, pensando en muchos casos que nuestra vaca, oveja o cabra perdería la visión en muchos casos; y es que la presentación del cuadro y el daño en el tejido ocular puede ser muchas veces espectacular. Sin embargo, con un diagnóstico temprano, un correcto tratamiento y buenas prácticas de higiene, podemos resolver de forma más sencilla estos casos que muchas veces nos quitan el sueño.
Se caracteriza por una alta morbilidad, establecimiento rápido, lacrimación excesiva e intensa, hiperemia conjuntival, opacidad corneal, ceguera, cambios de comportamiento e incluso, muerte en animales jóvenes o en lactancia. Ha reportado causar grandes pérdidas económicas debido a los costos por tratamiento, disminución de la producción y mortalidad en recría por eventos físicos como caídas, golpes, ahogamientos, etc.
Causa la inflamación del tejido interno de los párpados y el borde, la conjuntiva y la córnea de uno o ambos ojos. Asimismo, este cuadro puede generar ulceración de córnea lo cual produce excesivo dolor, incrementando así las probabilidades que causar ceguera temporal o permanente.
En la práctica, las lesiones oculares pueden tener diversas causas, como golpes o cuerpos extraños, parásitos y cuadros infecciosos como la queratoconjuntivitis; mientras que el patógeno de mayor importancia para ganado bovino es la Moraxella bovis.
En ganado ovino y caprino los patógenos de mayor relevancia son Mycoplasma conjunctivae y Chlamydophila percorum, habiendo sido aislados también Moraxella bovis, Pseudomonas spp, Staphylococcus aureus, Branhamella spp, Moraxella ovis y Mycoplasma agalactiae. Listeria monocytogenes ha sido aislado en casos bovinos y ovinos.
Patógenos de mayor importancia
Mycoplasma conjuctivae
Los Mycoplasmas pertenecen a la clase Mollicutes, y son em su mayoría específicos para el hospedador. Se diferencian de las bacterias en que carecen de pared celular y sólo poseen membrana celular y son los genomas más pequeños de cualquier organismo vivo libre además de poseer proteínas en la superficie celular que son vitales para su supervivencia en el huésped, principalmente para adherirse a las células de este. Debido a esas características, las enfermedades asociadas con Mycoplasma a menudo aumentan y disminuyen debido a su habilidad de engañar al sistema inmune haciéndole creer que son organismos comensales dentro del organismo.
- conjuctivae es el microorganismo aislado más común en casos de queratoconjuntivitis en cabras y ha sido reproducido con éxito experimentalmente vía inyección subconjuntival.
La enfermedad se disemina rápidamente durante los procesos infectivos naturales y una vez dentro del hato o rebaño, la enfermedad tiene a aparecer en momentos de alto estrés. La transmisión es mayor cuando los animales están alojados con poco espacio y muy juntos, corrales con mucho polvo durante el invierno o por exposición a luz solar extremadamente brillante.
Chlamydophila percorum
Hay dos especies del género Chlamydophila que causan enfermedades en pequeños rumiantes: C. abortus y C. percorum son miembros del orden Chlamydiales y son bacterias intracelulares obligatorias, que dependen de la células huésped para la obtención de energía. C. percorum es comúnmente aislada del tracto digestivo de rumiantes, es reconocida como causante de conjuntivitis, artritis y otras infecciones en cabras y ovejas.
Cepas de C. percorum son reconocidas como causantes importantes de queratoconjuntivitis en pequeños rumiantes. Se ha reportado neumonía como secuela, pero su rol como un patógeno importante del tracto respiratorio no se ha demostrado. Las incidencias más altas por C. percorumse reportan en los meses secos, en donde las condiciones ambientales son secas, polvosas y con una alta carga de moscas.
Juntos, Chlamydophila percorum y Mycoplasma conjunctivae se consideran las causas primarias más importantes de queratoconjuntivitis infecciosa en ovejas y cabras. Animales infectados con ambos agentes generalmente se introducen en el rebaño como cabras aparentemente sanas, con ya sea una infección leve o inaparente. Sin embargo, el estrés del transporte reciente, la introducción a un nuevo rebaño o el cambio en la alimentación y el alojamiento pueden precipitar la aparición de signos clínicos de la enfermedad. En los animales infectados, el contacto directo es el método de transmisión más importante entre animales, y las enfermedades son más comunes en situaciones en las que los animales están confinados estrechamente. Las tasas de morbilidad llegan al 90% en corderos y cabritos de engorde. La enfermedad suele ser aguda y se propaga rápidamente. En todas las especies, los animales jóvenes son los más afectados, pero los animales de todas las edades son susceptibles
Moraxella bovis
Moraxella bovis una bacteria Gram negativa, de morfología diplobacilar, no fermentadora de azúcares, pero que licúa la gelatina como principal característica bioquímica, la que se utiliza para su dentificación taxonómica. Entre sus principales atributos de virulencia se encuentran la expresión de pili (llamados también fimbrias), que le permiten adherirse a las células corneales, y la secreción de una citotoxina con actividad de ß-hemolisina, con acción deletérea sobre las células blanco (corneales) y leucocitos. También segrega otros potenciales factores que pueden intervenir en la virulencia bacteriana como fosfolipasas, sistemas de adquisición de Fe++ y enzimas proteolíticas e hidrolíticas.
Signos clínicos
La Queratoconjuntivitis infecciosa en bovinos, ovinos y caprinos está caracterizada por blefaroespasmo, conjuntivitis, lacrimación y una opacidad corneal variada, mientras que los signos iniciales de la enfermedad son fotofobia, blefaroespasmo (movimiento involuntario de los párpados) y epifora (lagrimeo excesivo constante).
- En ganado bovino, la ulceración de la córnea comienza típicamente cerca del centro de la córnea, siendo esta en un inicio clara; al cabo de pocas horas o días, aparece una especie de niebla ligera que conforma trascurre el tiempo incrementa su opacidad. Ambos ojos pueden estar afectados. Las lesiones de córnea pueden regresionar en las etapas iniciales o continuar el desarrollo; luego de 2 a 3 días en casos severos, toda la córnea se vuelve opaca como resultado del edema de córnea, cegando así al animal (ojo afectado). En casos más severos, existe infiltración leucocitaria debido a que el proceso inflamatorio existente.
- En cabras y ovejas, la conjuntivitis se desarrolla como una enfermedad progresiva, en donde podría o no existir ulceración corneal independientemente de la progresión de la queratitis (inflamación de la córnea). Inicialmente, las cabras que presentan queratoconjuntivitis típicamente muestran además hiperemia de los vasos de la conjuntiva y esclerótica, estando afectado uno o ambos ojos, se puede observar fotofobia, blefaroespasmo y epifora. A medida que la enfermedad progresa la descarga ocular se torna mucopurulenta, con conjuntivitis de variada queratitis. Si no se realiza tratamiento alguno, puede ocurrir quemosis, neovascularización corneal y diversos grados de opacidad y ulceración corneal. En ovejas y cabras, podría existir además poliartritis (si hay asociación con C. percorum) o infecciones respiratorias (si hay una fuerte asociación con M. conjunctivae). Ambos organismos son contagiosos.
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