Nature Aspirina Después del Parto: ¿Qué Pasa con la Salud de la Ubre?

Aspirina Después del Parto: ¿Qué Pasa con la Salud de la Ubre?

GANADERIASOS
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 La prevención de enfermedades de la ubre durante el periodo de secado podria requerir prácticas de manejo proactivas.



Es bien conocido que alrededor del parto, las vacas lecheras atraviesan diferentes desafíos fisiológicos. Uno de estos principales desafíos es el proceso inflamatorio sistémico que, aunque es normal, cuando se agrava puede tener graves efectos negativos en la salud y el rendimiento de la vaca. El tratamiento con medicamentos antiinflamatorios, como la aspirina, después del parto ha demostrado tener efectos positivos en la producción de leche, la salud uterina y la fertilidad de las vacas; pero ¿qué pasa con la salud de la ubre?

Durante el ciclo de producción, existen prácticas específicas que desafían la salud de la ubre en las vacas lecheras; una de estas prácticas es el cesado del ordeño al inicio del periodo de secado. Es bien sabido que esta práctica es necesaria para remodelar los tejidos de la ubre y preparar la glándula mamaria para la siguiente lactancia. Las vacas lecheras que tienen un período seco corto (<35 días) o no tienen período seco tienen una menor producción de leche, 4.5% o 19% respectivamente, en comparación con las vacas que tienen un período seco estándar (40-60 días). De manera similar, tener un período seco prolongado (> 80 días) también afecta negativamente la producción de leche, los componentes de la leche y también puede causar un sobrepeso excesivo de las vacas.

Aunque necesaria, como se mencionó anteriormente, esta práctica es un factor de riesgo importante para la mastitis subclínica y clínica ya que aumenta la presión interna en la cisterna de la ubre provocando pérdidas de leche, y consecuentemente, abriendo un camino directo a la ubre para los patógenos. Recientemente, se informó que las vacas con una mayor producción de leche al secado (> 33 lb./d) tienen más probabilidades de tener pérdidas de leche, formación retardada del tapón de queratina en el canal del pezón y mayor inflamación sistémica. Para abordar estos problemas, se han propuesto prácticas para disminuir la producción de leche en el momento del secado, como la suspensión gradual del ordeño y los cambios en la dieta. Se han estudiado algunas prácticas de manejo, como cambiar la frecuencia de ordeño de 3x a 1x la semana antes del secado o una combinación de disminución de la frecuencia diaria de ordeño y días de ordeño intermitente. Estos estudios han demostrado que estas prácticas disminuyeron significativamente la producción de leche de la vaca al secado. Sin embargo, los efectos de estas prácticas sobre el metabolismo de las vacas aún no se comprenden completamente y, por lo tanto, se debe tener precaución al implementarlas.

Otra práctica que puede ayudar a las vacas a afrontar estos desafíos es el uso de terapias antiinflamatorias durante el posparto temprano. Aunque hay una falta de estudios que evalúen los efectos del tratamiento antiinflamatorio de las vacas en el momento del secado, el tratamiento antiinflamatorio posparto ha demostrado tener efectos positivos sobre la salud de la ubre. En un estudio de investigación en el que las vacas fueron tratadas con aspirina (infusiones orales diarias) o meloxicam (cápsulas orales) durante tres días después del parto, los autores informaron que las vacas tratadas tuvieron una menor cantidad de células somáticas durante varios meses después del parto en comparación con las vacas placebo (Carpenter et al., 2016). De manera similar, en nuestros estudios de aspirina al posparto, donde las vacas fueron tratadas con bolos de aspirina (cada 12 h) durante 2 días después del parto, encontramos que las vacas tratadas tuvieron alrededor de 43,000 células/mL menos de recuentos de células somáticas durante las primeras 5 testeos de DHIA en comparación con las vacas placebo (Barragan et al., 2020).

Las prácticas de manejo bien establecidas y necesarias, como el secado de la ubre al inicio del periodo seco, pueden desafiar la salud de la ubre. Investigaciones recientes han demostrado que las vacas con mayor producción de leche al secarse tienen un mayor riesgo de tener mastitis y tienen una mayor inflamación sistémica en comparación con las vacas con menor producción de leche. Manejar a las vacas para que disminuyan su producción de leche durante la semana anterior al secado puede ayudar a prevenir enfermedades de la ubre. La modulación de la inflamación durante el posparto temprano con medicamentos antiinflamatorios, como la aspirina, también puede ser beneficiosa para mejorar la salud de la ubre al inicio de la lactancia, cuando la ubre se encuentra fisiológicamente mas desafiada.

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