Para Yuzhi Li, el trabajo de su vida ha estado dedicado a comprender y mejorar los métodos de manejo de los cerdos. ¿Por qué eligió este campo? Porque le encanta el cerdo.
Autoproclamada “amante de la comida”, Yuzhi Li creció en Shenyang, China, una de las ciudades más grandes del noreste del país. Antes de ingresar a la universidad, nunca había visto un cerdo en persona. Fue amor a primera vista.
Hoy en día, Li lidera un sólido programa de
investigación sobre cerdos orgánicos en el Centro de Investigación y Extensión West Central de la Universidad de Minnesota, al que se unió en 2005. Su investigación se centra principalmente en comprender y mejorar el comportamiento y el manejo de los cerdos mediante métodos de producción orgánica. A través de su trabajo, Li desarrolla nuevos métodos de manejo para abordar los problemas que afectan a los productores de cerdo en todo el mundo.
En la producción porcina convencional, los productores utilizan herramientas de manejo como los corrales de parto/gestación y el corte de colas. Estos métodos son necesarios debido a los ataques agresivos y las peleas que ocurren en los corrales, lo que ayuda a minimizar las lesiones y la mortalidad de los cerdos. Sin embargo, han generado preocupaciones en las organizaciones de derechos de los animales.
Li reconoce que estos comportamientos agresivos son anormales. “Los cerdos salvajes no pelean ni se muerden las colas con la frecuencia que observamos en las instalaciones de producción convencional. Quiero entender qué falta en la producción convencional que está causando agresión en los cerdos”. Con este objetivo, Li desarrolló una instalación de investigación en WCROC que imita el entorno que los cerdos experimentarían en la naturaleza. Los cerdos se alojan en grupos con madres relacionadas y tienen acceso al exterior, camas blandas y escondites para los cerdos con menor estatus social.
Ampliando su investigación previa sobre el comportamiento porcino, Li está trabajando actualmente en un proyecto financiado por el USDA, en colaboración con la Universidad de Nebraska-Lincoln, que utiliza cámaras las 24 horas y visión por computadora para rastrear a los cerdos y registrar comportamientos agresivos, como el mordisqueo de colas. Li compara estos datos con el estatus social y el estado inmunológico tanto del agresor como de la víctima para identificar mejor los indicadores subyacentes de los brotes de mordisqueo de colas.
Hace 10 años, Li comenzó a investigar los brotes de mordisqueo de colas, primero estudiando este comportamiento en lechones relacionados y no relacionados, y más tarde utilizando grabaciones de video para demostrar que un aumento en la actividad de los cerdos puede indicar un brote inminente de mordisqueo de colas. Estos estudios captaron la atención de socios de la industria y organizaciones como el National Pork Board.
Li cree que su trabajo para entender las causas subyacentes del mordisqueo de colas y los comportamientos agresivos permitirá algún día a los productores identificar un corral específico o un cerdo en particular que pueda convertirse en un problema. Con más investigación, la industria porcina podría dejar de cortar colas por razones de bienestar animal, y los productores de todo el país contarían con métodos alternativos y efectivos de producción para implementar en sus granjas.