
El bienestar animal es un concepto multifacético que incluye aspectos tanto físicos como psicológicos.
Para realizar una evaluación objetiva se suelen establecer principios basados en las cinco libertades1 o el modelo de cinco dominios propuesto por Mellor2.
En base a esto se utilizan medidas como indicadores, los cuales son estrictamente agrupados e incorporados en protocolos de evaluación.
Para mantener esta deseada objetividad, debe basarse en indicadores válidos (indicadores cuyas mediciones reflejen aspectos del bienestar real del animal) y confiables (con reproducibilidad intraobservador e interobservador), se requiere un protocolo que sea aceptable y robusto.
independiente de factores externos) y es una herramienta eficaz para determinar si se necesitan intervenciones o cambios para mejorar el bienestar animal.
Desde 2009, el Protocolo Europeo Welfare Quality® sienta las bases para evaluar el bienestar de diferentes especies animales de interés para la ganadería mediante protocolos desarrollados por expertos.
Uno de ellos fue desarrollado para evaluar el bienestar de las vacas 3 y se basa en cuatro principios: alimentación adecuada, buen alojamiento, buena salud y comportamiento apropiado.
Estos se clasifican en 12 criterios y los indicadores se explican completamente, incluidas fotografías, cómo realizar mediciones y cómo sacar conclusiones sobre la salud animal.
Falta de hambre persistente.
Falta de sed prolongada.
Comodidad en reposo.
Confort térmico.
Facilidad de movimiento.
No hay heridos.
Ausencia de enfermedad.
Sin dolor por manipulación.
Expresión de comportamiento social.
Expresiones de otras conductas.
Buenas relaciones entre humanos y animales.
Estado emocional positivo.