Investigadores del Servicio de Investigación Agrícola (ARS, por sus siglas en inglés) del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), la principal agencia científica interna del USDA, buscan ayudar a la industria alimentaria estadounidense a ahorrar millones de dólares al año mediante la reducción de la formación de abscesos hepáticos en el ganado.
La prevalencia de abscesos hepáticos en el ganado continúa generando preocupación entre los productores de leche y carne. Este problema también representa un reto para los investigadores, ya que los factores principales que provocan su formación aún no se comprenden completamente.
Reducir la formación de abscesos hepáticos es aún más crítico en los terneros nacidos de vacas lecheras cruzadas con toros de carne —es decir, ganado cruzado de leche y carne—. Estos terneros cruzados representan un porcentaje cada vez mayor de la población total de ganado de carne en la industria, y se ha demostrado que son más susceptibles a este problema (casi un 50% frente al 20% del ganado de carne criado tradicionalmente).
Rand Broadway, microbiólogo investigador de la Unidad de Investigación sobre Problemas del Ganado (LIRU, por sus siglas en inglés) del ARS, junto con investigadores de la Universidad Tecnológica de Texas, la Universidad Estatal de Kansas y la Universidad West Texas A&M, han estudiado durante los últimos cinco años la relación entre la formación de abscesos hepáticos en ganado cruzado leche-carne, en función del tipo de dieta, la acidosis ruminal (causada por una dieta alta en granos) y la comunidad bacteriana en el sistema digestivo.
Los investigadores han logrado avances significativos al aislar los principales factores que contribuyen a este problema, gracias a una serie de descubrimientos. Su estudio más reciente desacredita la creencia de larga data de que la acidosis y el consumo de dietas altas en energía son la única causa del desarrollo de abscesos hepáticos.
“Confirmamos que la acidosis y la alimentación agresiva con granos no son los únicos factores que provocan el desarrollo de abscesos hepáticos, y nuestra investigación indica que la mera presencia de patógenos es suficiente para causar un absceso”, explicó Broadway. “Por lo tanto, si podemos reducir la carga de patógenos y bloquear su vía de acceso al hígado, podemos controlar el problema”.
Ahora, los científicos se están enfocando en identificar qué patógenos bacterianos están causando la formación de abscesos hepáticos y dónde se pueden encontrar estas bacterias. En los abscesos analizados en el laboratorio del LIRU se detectaron especies de bacterias Fusobacterium y Salmonella. Dado que estas bacterias pueden encontrarse en el entorno del ganado, pueden llegar al hígado del animal si logran acceder al sistema circulatorio a través de laceraciones en cualquier parte del sistema digestivo.
Los animales son particularmente más vulnerables bajo ciertos tipos de estrés. Esto puede deberse a estrés por condiciones climáticas (calor o frío), trastornos gastrointestinales, enfermedades o la presencia de otros patógenos que causan inflamación en el tracto gastrointestinal. Estas condiciones también pueden ser provocadas por el manejo durante el destete y la reubicación, ya que la mayoría de los terneros son transportados a nuevos lugares después del destete.
Este estudio reveló que el manejo nutricional por sí solo desempeña un papel menos crítico en la formación de abscesos hepáticos de lo que se creía anteriormente. Este hallazgo ayuda a los productores a tomar decisiones más informadas sobre las prácticas de manejo de la dieta, enfocándose en la eficiencia. Además, permite a los investigadores redirigir sus esfuerzos hacia la comprensión de los patógenos involucrados y las vías que utilizan para ingresar al cuerpo del animal y llegar al hígado.
Este cambio de enfoque se ha vuelto cada vez más importante para los investigadores, y el tiempo es crucial para los productores, ya que cada minuto representa un costo.
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