En los comentarios presentados, el NCC citó datos del USDA que muestran los múltiples beneficios para la salud del consumo de pollo como una proteína de alta calidad. Entre ellos, destacaron su densidad proteica, su aporte de vitaminas y minerales esenciales como el hierro, el zinc y la vitamina B12, así como su capacidad para facilitar la ingesta de nutrientes como el potasio y de grupos de alimentos subconsumidos, como las verduras, dentro de la dieta.
El NCC también señaló la discrepancia entre las recomendaciones que enfatizan la flexibilidad y la inclusión para mantener un “enfoque de equidad en salud” y ser conscientes de las “dietas culturales”, mientras que, contradictoriamente, se da prioridad a un grupo de proteínas sobre otro.
“Considerando su valor nutricional, sus beneficios para la salud, su popularidad, versatilidad, asequibilidad y sostenibilidad ambiental, el pollo es un pilar dentro del subgrupo de proteínas y debería estar reflejado en la versión final de las Guías Dietéticas para los Estadounidenses 2025”, concluyó Peterson.
El Instituto de la Carne, que representa a las personas y empresas que producen la mayor parte de la carne para las familias estadounidenses, hizo un Llamado el Consejo Nacional del Pollo (NCC) y el Instituto de la Carne emitieron anuncios expresando sus preocupaciones sobre el Informe Científico publicado el 11 de diciembre de 2024 por el Comité Asesor de Guías Dietéticas (DGAC, por sus siglas en inglés). Cada grupo resumió los comentarios que presentó durante el período de consulta pública de 60 días.
El DGAC hace recomendaciones al Departamento de Agricultura de EE. UU. (USDA) y al Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU. (HHS) mientras trabajan en la versión final de las Guías Dietéticas para los Estadounidenses de 2025.
El Informe Científico contiene los hallazgos y recomendaciones del DGAC para el HHS y el USDA y, junto con los comentarios públicos y las aportaciones de las agencias, sirve de base para el desarrollo de las Guías Dietéticas para los Estadounidenses 2025-2030, cuya publicación se espera para finales de 2025. Estas guías se actualizan cada cinco años y constituyen la base de los programas y políticas federales de nutrición.
Omisiones y contradicciones
El Consejo Nacional del Pollo (NCC), una asociación comercial sin fines de lucro cuyos miembros producen y procesan más del 95 % del pollo en EE. UU., instó al Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) a rechazar las recomendaciones del Comité Asesor de Guías Dietéticas (DGAC) que priorizan las proteínas de origen vegetal sobre las carnes magras, como el pollo, según informó el consejo en un comunicado de prensa el 11 de febrero.
En sus comentarios, el NCC afirmó que no solo sus miembros, sino también la salud de muchas personas en EE. UU. y los consumidores de pollo a nivel global, “se verán negativamente afectados por algunas de las recomendaciones presentadas por el comité si se adoptan tal como han sido propuestas.”
Entre las recomendaciones que el NCC cuestionó se encontraba la insistencia en comer frijoles, guisantes y lentejas como una fuente óptima de proteínas por encima del pollo, ya que las fuentes de proteínas de origen vegetal y animal no son nutricionalmente equivalentes. También señalaron que no se mencionó de manera específica que las carnes magras, como el pollo, pueden ser parte de un patrón dietético saludable.
“Creemos que estas recomendaciones y omisiones son perjudiciales para la salud de todos los estadounidenses, especialmente para aquellos que dependen de programas federales de alimentación, como el Programa Nacional de Almuerzos Escolares (NSLP, por sus siglas en inglés), el Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP) o el Programa Especial de Nutrición Suplementaria para Mujeres, Infantes y Niños (WIC), ya que las Guías Dietéticas afectan directamente los productos que se consideran en estos programas”, señaló la Dra. Ashley Peterson, vicepresidenta senior de asuntos científicos y regulatorios del NCC.
“Además, el comité no presentó ningún hecho científico ni justificación para respaldar por qué los subgrupos de proteínas deben reordenarse para restar énfasis a las carnes magras, como el pollo”, agregó Peterson. “Hacer esto da la falsa impresión de que las proteínas vegetales son nutricionalmente superiores al pollo. Además, el informe no menciona al pollo como parte de un patrón dietético saludable.”
ado similar al USDA y al HHS para que incluyan la carne y las aves de corral como parte de una dieta saludable, señalando fallas y contradicciones en el Informe Científico de 2025.
“El Informe Científico del comité contiene hallazgos contradictorios y confusos”, afirmó Susan Backus, vicepresidenta de asuntos regulatorios y científicos del Instituto de la Carne. “Los productos cárnicos y avícolas son alimentos densos en nutrientes que ayudan a los estadounidenses a satisfacer sus necesidades de aminoácidos esenciales y otros nutrientes, y, sin embargo, el informe recomienda reducir el consumo de carnes rojas y procesadas. Cuando el 95 % de los estadounidenses consume carne, es fundamental proporcionar una orientación dietética clara a los consumidores sobre cómo incluir los productos cárnicos que disfrutan en su dieta y, al mismo tiempo, generar un impacto positivo y medible en la salud”.
El Instituto de la Carne también cuestionó la recomendación del informe de enfatizar el consumo de frijoles, guisantes y lentejas, mientras se reduce el consumo de carnes rojas y procesadas.
La organización destacó que los productos cárnicos y avícolas proporcionan una fuente dietética directa, equilibrada y conveniente de todos los aminoácidos esenciales, y agregó que la carne, las aves y el pescado aportan más proteínas por porción que fuentes de origen vegetal como las legumbres, los cereales, las verduras o los frutos secos. La proteína es fundamental para el desarrollo, mantenimiento y reparación de músculos fuertes, es vital para el crecimiento y el desarrollo cerebral en los niños y es esencial para prevenir la pérdida muscular con el envejecimiento.
Al excluir la carne y las aves de corral como parte de los patrones dietéticos saludables, el Instituto de la Carne expresó su gran preocupación de que las personas perciban erróneamente estos productos como opciones dietéticas poco saludables, lo que podría provocar diversas consecuencias no deseadas, incluidas deficiencias nutricionales en ciertos subgrupos de población, como la falta de hierro en adolescentes femeninas, mujeres de entre 20 y 49 años y personas embarazadas. El comité también concluyó que muchas personas mayores de un año no alcanzan los niveles de ingesta recomendados de proteínas, fibra dietética, calcio, potasio, magnesio, hierro, zinc y otros nutrientes.
Backus reiteró que tales modificaciones en la dieta tienen “el potencial de generar consecuencias no deseadas en la ingesta de nutrientes y energía. Los estadounidenses necesitan mejorar sus patrones de alimentación para promover la salud. Considerar las elecciones dietéticas en función del sabor y las preferencias culturales, el estado de salud y económico, y la disponibilidad de alimentos será clave para mejorar los hábitos alimenticios de la población. Una recomendación para reducir, limitar o evitar productos densos en nutrientes, como la carne y las aves de corral, tendrá consecuencias nutricionales significativas e involuntarias en todas las etapas de la vida.”
El Instituto de la Carne argumentó que las actualizaciones en la Guía Dietética deben ser claras, coherentes, prácticas, asequibles y alcanzables.
“Para que las recomendaciones sean adoptadas, la información debe comunicarse de manera comprensible y fácilmente aplicable. La orientación debe centrarse en mejorar los hábitos dietéticos dentro de los alimentos que los estadounidenses ya consumen, no en recomendaciones idealistas que probablemente nunca se implementarán porque pueden no ser alcanzables o resultar demasiado confusas o costosas”, concluyó Backus.