Esta semana incluyó el siguiente capítulo en la saga en curso relacionada con las emisiones de nitrógeno en los Países Bajos, que podría tener consecuencias para su industria láctea.
Desde 2019, la legislación ambiental ha mantenido a los Países Bajos en un estado de parálisis. Las leyes europeas estipulan que los Países Bajos están obligados a proteger sus áreas naturales. En 2019, tras una apelación ante el Consejo de Estado, la legislación existente sobre esta protección fue declarada nula, lo que significaba que las políticas vigentes sobre emisiones de nitrógeno se consideraban insuficientes. Se requerían nuevas políticas. Eso significaba que el gobierno de los Países Bajos tenía que actuar.
**Consecuencias para la vida diaria**
Las consecuencias inmediatas incluyeron la introducción de límites de velocidad diurnos de 100 km/h en las autopistas, y los permisos de construcción se volvieron más difíciles de obtener, ya que los trabajos de construcción también pueden generar emisiones de nitrógeno. El gobierno anterior también dirigió su atención a la industria ganadera, especialmente a aquellas granjas cercanas a reservas naturales, y preparó un plan masivo de compra de granjas de cerdos, aves y lácteos. Los partidos políticos de izquierda incluso propusieron una "reducción a la mitad" de la industria ganadera. No es sorprendente que esto provocara fuertes protestas de la población rural.
Una de las herramientas que el gobierno anterior introdujo para lograr sus objetivos fue el "Plan Nacional de Áreas Rurales", abreviado en neerlandés como NPLG. La idea subyacente era que cada provincia pudiera crear planes personalizados para incorporar todos los objetivos ambientales. Además de las emisiones de nitrógeno, estos objetivos también incluyen la calidad del agua y la gestión de estiércol, entre otros. Había un fondo disponible de más de 24.000 millones de euros para hacer esto posible.
En caso de que la calidad ambiental hubiera mejorado como consecuencia del NPLG, se habrían emitido todo tipo de permisos, tanto para la agricultura como para la construcción de viviendas y carreteras. Aunque varias provincias habían avanzado relativamente en el diseño de políticas basadas en el NPLG, es probable que el nuevo gobierno deseche esta política.
**Emisiones de nitrógeno y elecciones generales**
El cambio de postura de las autoridades neerlandesas se produjo después de las elecciones generales de noviembre de 2023, que enviaron a casa al gobierno existente, probablemente debido al ambicioso expediente sobre el nitrógeno, que pudo haber jugado un papel en el resultado electoral. Un gobierno sustancialmente más de derecha asumió el poder esta primavera, y se esperaba que se hicieran ajustes en las políticas relacionadas con la protección de la naturaleza y las emisiones de nitrógeno. Un signo ominoso fue que una gran parte de los 24.000 millones de euros se cancelaron tan pronto como el nuevo gobierno asumió el cargo.
Los desarrollos de esta semana no significan que los requisitos europeos relacionados con la naturaleza, el clima, el nitrógeno o la calidad del agua hayan quedado fuera de la mesa. Aún no está claro cómo el nuevo gobierno pretende abordar esos temas. Se espera que Femke Wiersma, la nueva ministra de Agricultura, presente planes a finales de este año. En un debate con el parlamento el miércoles 4 de septiembre, insinuó la introducción de diferentes modelos matemáticos para predecir la producción de nitrógeno, así como mejores sistemas de gestión en las granjas que ayudarían a reducir la presión de nitrógeno. Las autoridades también esperan que la UE coopere en la posibilidad de excepciones a las reglas existentes, aunque algunos piensan que eso será en vano.
**"La única decisión lógica"**
Las respuestas a los desarrollos de esta semana han sido predecibles. La organización agrícola LTO dijo que la decisión "no era ilógica", y una portavoz de la organización de agricultores Agractie comentó que "era la única cosa lógica" que la nueva ministra de Agricultura podía haber hecho. Ambas organizaciones enfatizan que están dispuestas a mirar hacia el futuro, siempre y cuando no se pasen por alto o se olviden los intereses de la agricultura.
Los partidos políticos de izquierda y las organizaciones medioambientales han calificado la cancelación como "incomprensible". Un portavoz de Natuur & Milieu, citado por Boerderij, declaró: "Es una verdadera pena que se aparte el enfoque que ya está en marcha, mientras los objetivos siguen siendo los mismos. Esta política de vaivén solo crea incertidumbre para los agricultores, las provincias y la naturaleza."
Muchas provincias han respondido que habían avanzado bastante en la implementación de los planes del gobierno anterior, algunas de ellas llevaban trabajando dos años con esta política. Ahora están esperando ver qué alternativas presentará el nuevo gobierno o si continuarán en el camino que eligieron, con el fin de proporcionar "perspectiva".
ARTÍCULO COMPLETO…
