El diagnóstico de aborto bovino y de las enfermedades reproductivas es uno de los mayores problemas de la medicina está estimado en el 40-60 % del total. Conocer en forma acertada la causa del aborto beneficia al profesional veterinario quien podrá indicar a su cliente la implementación de medidas adecuadas para reducir los mismos en el futuro inmediato y asesorarlo sobre la prevención para el próximo servicio y período de gestación.
Debido a la naturaleza compleja de las causas de aborto bovino y fallas reproductivas, el laboratorio de diagnostico tiene que hacer un esfuerzo constante para determinar la presencia potencial de microorganismos infecciosos. El aislamiento de patógenos del feto no siempre es práctico ni efectivo de ahí que la serología es una herramienta útil para determinar la exposición a estos agentes.Además del aborto, es conveniente tener en cuenta las enfermedades que causan pérdidas reproductivas y que influyen negativamente en su rentabilidad.
Según el momento que afectan el proceso reproductivo, hay:
1.- Enfermedades que afectan el resultado del servicio, provocando infertilidad transitoria o permanente y mortalidad embrionaria. Estas enfermedades inciden en el porcentaje de preñez.
2.- Enfermedades que provocan abortos y muertes perinatales. Este grupo se manifiesta
por aumento de la diferencia preñez – parición o preñez- señalada.
3.- Enfermedades de la primera edad ( 1 – 2 meses de vida). Estas patologías aumentan la
diferencia parto – señalada o parto – destete.
4.- Enfermedades de los bovinos jóvenes. Aumentan la diferencia señalada – destete.
Si bien la fertilidad es un factor de gran incidencia en la producción total de un rodeo, no debemos confundir fertilidad con porcentaje de preñez. El proceso reproductivo no se agota
con lograr que todos los vientres se preñen, debemos considerar las pérdidas globales desde el servicio hasta el destete, ya que de hecho el rodeo más fértil es el que desteta anualmente mayor número de terneros.
Cualquier medida que se tome para disminuir las pérdidas debe estar necesariamente amparada por un diagnóstico correcto.
Si bien las causas de aborto pueden ser clasificadas de varias maneras, los dos grandes
grupos son las que comprenden causas infecciosas y no infecciosas.
Las causas no infecciosas pueden tener orígenes varios, tales como ambientales, por golpes o
traumatismos, por exceso de calor; tóxicas por pastos que contienen alcaloides ó toxinas de
hongos ó por plaguicidas, causas hormonales,
nutricionales y genéticas. Aún cuando estas causas en determinados momentos pueden ser
importantes, las más comunes y peligrosas son las causas infecciosas.
Dentro de ellas tenemos
:
TRICHOMONIASIS
Se caracteriza por la repetición de celos debido a la infertilidad transitoria y mortalidad
embrionaria. También produce piómetras y aborto. Los abortos que por lo general no superan el
5 % son abortos chicos que no pasan el tercer mes de gestación. En el rodeo se manifiesta por
bajos porcentajes de preñez.
Las muestras apropiadas para el diagnóstico de Trichomoniasis es la muestra prepucial de
toro, la descarga genital de la hembra y el feto abortado. El muestreo prepucial puede
realizarse por cualquiera de los métodos sugeridos tales como el raspaje, la toma de muestra
con pipeta de inseminación o la aspiración. El feto abortado habitualmente no se encuentra
porque es muy pequeño y pasa desapercibido o desaparece.
El número de muestreos a realizar dependerá de los antecedentes reproductivos del rodeo. En
aquellos establecimientos donde se efectúa un control sanitario periódico, sin antecedentes de
enfermedades venéreas, se realizaran 2 o preferentemente 3 muestreos. Si se desconoce la
historia reproductiva del rodeo o sus antecedentes y situación actual indican la presencia de
venéreas, el número mínimo de muestreos a realizar es 4. Si aparecen animales positivos se
realizarán tantos muestreos como sean necesarios hasta obtener dos muestreos sucesivos
negativos después del último positivo hallado. Los intervalos entre los muestreos no deben ser
menores de 7 – 10 días. Los muestreos se deben realizar luego de transcurridos 30 días
después de retirados los toros del servicio. Si los animales hubieran sido sometidos a
tratamiento deben transcurrir por lo menos 30 días.
En las hembras el muestreo deberá realizarse cuando se observe que repiten celo, luego de
retirados los toros del servicio, o en el momento del tacto al encontrarlas vacías. Cuando se
encuentra, lo ideal es enviar el feto y también un trozo de placenta con 3 o 4 cotiledones. El
material de elección a partir del feto es el líquido abomasal. Las muestras genitales se deben
colocar en un medio de transporte adecuado y luego se siembran en medio de cultivo de
Trichomonas. Se observan durante 7 a 10 días según los medios, para verificar la presencia del
parásito.
Se debe muestrear la totalidad de los toros, aún los considerados vírgenes. También se debe
revisar todos los animales que ingresen al establecimiento aunque estén precedidos de los
mejores antecedentes sanitarios.
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