Las vacas sudorosas pueden no parecer la compañía más emocionante, pero en un mundo en calentamiento, los investigadores no pueden tener suficiente de ellas. Cuando el ganado tiene demasiado calor, tiende a dejar de comer, dijo Raluca Mateescu, profesora del Instituto de Ciencias Alimentarias y Agrícolas de la Universidad de Florida (UF/IFAS) en el departamento de ciencias animales. Esto afecta la salud y el crecimiento del ganado y amenaza la longevidad del suministro de alimentos que proviene de ese rebaño.
El cambio climático está dificultando la cría de ganado – el crecimiento y la reproducción se ven afectados por el calor – por lo que es crucial criar ganado mejor adaptado a un verano más caluroso y prolongado. Las vacas eliminan alrededor del 85% de su calor corporal a través del sudor, señaló.
El estrés por calor en las regiones subtropicales, que son las áreas justo al norte y al sur de los trópicos y generalmente consideradas las más calientes del mundo, es un factor limitante tan significativo que se pierden aproximadamente $369 millones en producción de carne de res anualmente debido al rendimiento reducido a nivel nacional, dijo.
“El estrés por calor es la principal amenaza para la seguridad alimentaria. Bajo estrés por calor, el crecimiento, la producción y la reproducción del ganado se ven afectados”, dijo Mateescu.
Un nuevo estudio de Mateescu y sus colegas, publicado en el Journal of Animal Science and Biotechnology, muestra que es posible identificar los genes dentro de las razas de ganado que conducirían a la descendencia más sudorosa y tolerante al calor.
Ella dijo que el estudio encontró que hay mucha variación entre las vacas de la misma raza, en este caso, Brangus, que son un cruce entre Brahman y Angus. Poder seleccionar ganado para criar basado en la capacidad de sudoración podría llevar a rebaños que puedan tolerar climas más calientes y aún así crecer y reproducirse.
“A menos que hagamos algo para afectar la capacidad de nuestro ganado de prosperar en condiciones de estrés por calor, no se van a reproducir, por lo que hay una preocupación de seguridad alimentaria allí”, dijo.
El estudio examinó a 2,401 reses Brangus de dos ranchos comerciales en Florida. Las biopsias de piel ayudaron a los investigadores a determinar los fenotipos que contribuían a la capacidad de los animales para manejar el estrés por calor, como el área, la profundidad y la longitud de las glándulas sudoríparas. Los científicos genotiparon a todos los animales y usaron software para estimar parámetros genéticos.
El estudio encontró que una cantidad moderada de la variación en la capacidad de sudoración es genética, por lo que los agricultores podrían seleccionar ganado más sudoroso basado en marcadores genéticos. Encontró que los genes tanto de Brahman como de Angus contribuyen positivamente a la capacidad de sudoración en el ganado Brangus.
El estudio fue financiado por el Instituto Nacional de Alimentación y Agricultura del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA-NIFA).
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