Es un hecho en la vida de cualquier vaca lechera que sus niveles de inmunidad estén deprimidos al momento del parto. Para contrarrestarlo, podría tener una respuesta inflamatoria ante un desafío de enfermedad.
Pero esa respuesta inflamatoria es de doble filo, especialmente si se vuelve aguda, dice Barry Bradford, especialista en nutrición láctea, metabolismo y endocrinología en la Universidad Estatal de Kansas.
La inflamación aguda está vinculada con una mayor actividad y función de los neutrófilos (glóbulos blancos) para combatir enfermedades. Pero también está relacionada con una menor producción de leche, una fertilidad deficiente y un mayor riesgo de que las vacas abandonen el rebaño, dice. En algunos estudios, las vacas con altos niveles de inflamación produjeron un 20% menos de leche.
La clave para prevenir la inflamación aguda vuelve a ser una gestión sólida de las vacas en transición. Además, hay investigaciones sobre nuevas herramientas que pueden ayudar a reducir el riesgo de inflamación aguda, dice Bradford.
Recomienda los siguientes cinco pasos:
1. Manejar el puntaje de condición corporal
"Manejar el puntaje de condición corporal es la mejor manera comprobada de minimizar el riesgo de trastornos en las vacas en transición", dice Bradford. Es fundamental considerar el porcentaje de vacas secas fuera del rango aceptable de puntaje de condición corporal (BCS). Todas las manadas tendrán algunas vacas con BCS mayor que 3.5. Pero si el BCS promedio es de 3.0 y un tercio es mayor que 3.5, hay un problema, dice.
2. Alojamiento para vacas en transición
Espacios adecuados en los corrales que no estén sobrepoblados garantizarán que las vacas secas tengan acceso a espacio para acostarse y alimentarse. Si los corrales están sobrepoblados, las vacas sumisas tendrán menos acceso a ambos y serán susceptibles a más problemas al momento del parto. También asegúrese de que las vacas secas estén frescas durante los períodos de estrés por calor para prevenir el exceso de tiempo de pie, cojeras y problemas de ingesta de alimento.
3. Antioxidantes
Considere el uso de antioxidantes, como la vitamina E, selenio o antioxidantes no nutritivos, durante el período de transición para combatir el estrés oxidativo. En un estudio donde las vacas recibieron tres tratamientos de vitamina E antes del parto, las vacas tratadas tuvieron menos retenciones de placenta y mortinatos que las vacas no tratadas.
4. Dietas aniónicas
Las dietas aniónicas para vacas secas han demostrado disminuir los casos de fiebre de la leche. "Las granjas que no sufren de fiebre de la leche no deben ser complacientes", dice Bradford. "El umbral de calcio para respuestas negativas a la hipocalcemia ha sido elevado por estudios poderosos recientes (8.6 mg/dL)".
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