Los lácteos tienen un papel bastante significativo en la gastronomía mundial. La leche y sus derivados, como el queso, la mantequilla, el yogur y la crema, son ingredientes fundamentales en muchas cocinas alrededor del mundo. Su importancia radica en su versatilidad: pueden ser utilizados en platos dulces y salados, fríos o calientes, y aportan una riqueza única en sabor, textura y valor nutricional a una amplia variedad de recetas.
El queso, por ejemplo, es un componente esencial en la cocina italiana, francesa y muchas otras culturas gastronómicas. Desde el queso parmesano en la pasta italiana hasta el brie en la cocina francesa, estos lácteos agregan profundidad y complejidad a los platos.
Además, los lácteos también desempeñan un papel crucial en la repostería y en la creación de postres en muchas culturas. La mantequilla, la crema y el yogur se utilizan en la elaboración de pasteles, helados, natillas y muchos otros postres que son apreciados en todo el mundo.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que algunas personas son intolerantes a la lactosa o tienen alergias a los lácteos, por lo que en ciertos casos se buscan alternativas como la leche de almendra, de soja o de coco para cumplir con las preferencias dietéticas o restricciones alimentarias. A pesar de esto, el papel de los lácteos en la gastronomía mundial sigue siendo muy relevante.
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