¿Qué impacto tiene el estrés por calor en la tasa de concepción, el intervalo entre el parto y la primera inseminación, el intervalo entre la primera y la última inseminación, y el intervalo entre partos en vacas lecheras? Los investigadores revelan sus hallazgos en un estudio reciente.
Indicaron que se analizaron datos de inseminaciones artificiales y eventos de parto de 416,814 vacas de primera paridad en los Países Bajos, considerando diferentes definiciones del índice temperatura-humedad con base en distintos números de días antes y después de los eventos de inseminación artificial. Usar los valores promedio del índice temperatura-humedad del día de la inseminación y de 1 día antes y después (THI3) permitió a los científicos modelar claramente el impacto en la fertilidad.
Este estudio tuvo como objetivo profundizar en el impacto del estrés por calor en cuatro rasgos de fertilidad (tasa de concepción, intervalo entre el parto y la primera inseminación, intervalo entre la primera y la última inseminación, e intervalo entre partos) en ganado lechero Holstein y determinar los niveles del índice temperatura-humedad a partir de los cuales el estrés por calor comienza a afectar estos rasgos.
En primer lugar, a nivel poblacional, identificaron la definición del índice temperatura-humedad y el umbral de este índice que mejor marcaba los niveles críticos en los que el estrés por calor afecta la fertilidad. Luego, a nivel individual, investigaron la variación genética de la fertilidad en función del nivel del índice temperatura-humedad experimentado.
Cambios en los rasgos de fertilidad
El estudio reveló cambios significativos en los rasgos de fertilidad cuando las vacas lecheras estuvieron expuestas al estrés por calor. Se observó un efecto claro del estrés por calor en la fertilidad, particularmente una disminución en la tasa de concepción y un aumento en los intervalos reproductivos. Estos efectos fueron más pronunciados cuando el umbral del índice temperatura-humedad que marca el inicio del estrés por calor se calculó como el promedio de los valores de este índice en un período más corto alrededor del día de la inseminación.
El umbral identificado del índice temperatura-humedad fue de 60 para la tasa de concepción y el intervalo entre la primera y la última inseminación, y de 50 para el intervalo entre el parto y la primera inseminación, así como para el intervalo entre partos.
Los resultados también resaltan la presencia de variación genética en la respuesta al estrés por calor, con efectos genéticos más pronunciados a niveles más altos del índice temperatura-humedad en todos los rasgos estudiados. Esto sugiere el potencial de aprovechar esta variación para criar animales resistentes al calor y mejorar los rasgos de fertilidad.
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