En cuanto al bienestar animal, el etiquetado de productos alimenticios como carne, productos lácteos y huevos no debería basarse en las condiciones de crianza, sino en una evaluación basada en indicadores científicos medidos directamente en los animales. Un sistema así debería tener en cuenta no solo las condiciones de vida de los animales de producción de alimentos en sí mismos, sino también las de sus padres, según Anses, la Agencia Francesa de Seguridad Alimentaria, Ambiental y Ocupacional.
Los consumidores están cada vez más preocupados por las condiciones de vida de los animales utilizados para producir alimentos de origen animal. Por lo tanto, Anses está publicando pautas para etiquetar productos de origen animal específicamente con respecto al bienestar de los animales de granja. La implementación de esta propuesta armonizaría los sistemas de etiquetado actuales y futuros, dice la agencia.
Los sistemas de etiquetado diseñados para informar a los consumidores sobre el bienestar de los animales de producción de alimentos están en aumento en Europa. Sin embargo, los criterios utilizados varían ampliamente de un sistema de etiquetado a otro y causan un alto grado de confusión para los consumidores. La Unión Europea planea armonizar el etiquetado. Por lo tanto, Anses ha llevado a cabo una evaluación de expertos para establecer una base científica para el etiquetado del bienestar animal que pueda presentarse a los actores del sector ganadero.
5 niveles de bienestar animal
La Agencia recomienda adoptar un sistema de 5 niveles de bienestar, desde el más alto (A) hasta el más bajo (E). El nivel E corresponde únicamente al cumplimiento de los requisitos impuestos por la legislación europea sobre bienestar animal, ya sea durante la cría, el transporte o el sacrificio. Esta clasificación, que es fácil de entender para los consumidores, también debería ayudar a los productores a tener en cuenta gradualmente mejor el bienestar animal.
La mayoría de las etiquetas actuales de bienestar animal solo consideran los métodos de crianza utilizados y los medios empleados para mejorarlos, dice Anses. "Eso no es suficiente", explica Julie Chiron, coordinadora de evaluación de expertos, añadiendo: "Una granja de gallinas ponedoras puede tener perchas, pero si las gallinas no las usan porque no son fácilmente accesibles, por ejemplo, esta característica no contribuirá a su bienestar".
Por lo tanto, los científicos del grupo de trabajo de Anses recomiendan que los indicadores se centren principalmente en el estado de bienestar del animal, es decir, se basen en mediciones tomadas en el propio animal. Este sistema se basa en la definición de bienestar animal propuesta por Anses en 2018: "El bienestar de un animal es su estado mental y físico positivo relacionado con el cumplimiento de sus necesidades fisiológicas y conductuales y sus expectativas. Este estado varía según la percepción del animal de la situación".
Animales de cría
Además, la evaluación del bienestar animal también debería incluir a los animales de cría y reproducción seleccionados que están diseñados para mejorar las características genéticas y suministrar animales de producción de alimentos. "En algunos sectores, los animales de cría se crían en el extranjero y se sabe poco sobre sus condiciones de vida", explica Chiron. "Este criterio requerirá que los sectores se aseguren de tener esta información. No podemos afirmar que un proceso de producción respete el bienestar animal si no sabemos nada sobre las condiciones de vida de la generación anterior, cuya cría está sujeta a restricciones específicas, especialmente restricciones sanitarias".
Cuando no hay información sobre los padres disponible, los expertos consideran que los productos no deben recibir una clasificación superior al nivel C.
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