Cuando se recolecta calostro, es imperativo mantener la limpieza en mente. Las inflaciones, los cubos, las botellas y los pezones deben mantenerse limpios, al igual que la ubre del animal.
Antes y después de alimentar a los terneros recién nacidos, Kelly Reed, DVM, especialista técnico de campo en rumiantes con Diamond V, sugiere estos consejos:
Desarrollar un protocolo de calostro: Al igual que desarrollaría un procedimiento para que los empleados lo sigan durante el ordeño, también es una buena idea establecer un procedimiento operativo estándar al manejar el calostro.
Usar agua tibia para enjuagar previamente: “Si usamos agua muy caliente, vamos a desnaturalizar las proteínas, haciendo que se adhieran a las superficies”, explica Reed. “Si usamos agua demasiado fría, la grasa simplemente se quedará pegada”.
Remojar el equipo con agua caliente y clorada: Esto ayudará a reducir la cantidad de bacterias.
Lavar vigorosamente el equipo de alimentación del ternero: Reed recomienda fregar vigorosamente el equipo de alimentación del ternero para ayudar a eliminar cualquier patógeno que pueda quedar.
Enjuagar con agua fría.
Enjuagar una segunda vez con una solución ácida: Usar una solución a base de ácido con un pH de 2-3 ayudará a matar cualquier organismo que pueda haber sobrevivido.
Permitir que el equipo se seque: Uno de los pasos más importantes para asegurar un manejo limpio del equipo de calostro es permitir que estas herramientas se sequen completamente. Si es posible, Reed sugiere usar sistemas de secado para ayudar a eliminar algo del agua restante.
La gestión del calostro es realmente la pieza fundamental de cada programa exitoso de terneros. Como con cualquier operación de alimentación de terneros, es importante ser consistente para ayudar a controlar la calidad del calostro que recibirá.
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