Este es el tercer capítulo de una serie de artículos breves, enmarcados dentro del refranero popular, cuyo objetivo es reflexionar sobre el manejo integral del secado y la salud de ubre en la vaca de alta producción. En esta entrega es el turno del periodo de vaca seca, que se inicia justo tras aplicar el secado y finaliza tres semanas antes de la fecha prevista de parto, dando paso a la fase de preparto.
Carlos Carbonell, Laura Elvira
Servicio Técnico de Rumiantes MSD Animal Health
En los capítulos anteriores explicamos como una infección en la ubre al principio del se- cado puede repercutir gravemente en la siguiente lactación. De ahí que sea crítico, para que las vacas continúen “sanas” tras el parto, disminuir las posibilidades de entrada de las bacterias ambientales en la ubre. Hay dos periodos de mayor riesgo para las nuevas infecciones: al principio del secado, durante la involución de la ubre, y al final, durante la calostro- génesis (esquema 1).
Las vacas son más susceptibles a las infecciones IMM al inicio del seca- do porque los primeros días después de dejar de ordeñar se incrementa la presión intramamaria, lo que provoca malestar y dolor en la vaca, así como una dilatación y acortamiento del canal del pezón, principal mecanismo de de- fensa, lo que facilita la entrada de bacterias. A esto se suma que desaparece el efecto protector asociado al arrastre de bacterias por la leche durante el or- deño, y que el animal sufre estrés por el cambio de grupo y de alimentación.
Entonces, ¿se puede reducir el riesgo de nuevas infecciones al inicio del periodo seco?
Pues, al igual que en otros programas de prevención, podemos trabajar en dos aspectos: primero, disminuyen- do la exposición a las bacterias ambientales y, segundo, incrementando los mecanismos de defensa del hospe- dador, que en este caso es el sistema inmune de la vaca. Por este motivo, el corral de vacas secas debería ofrecer el máximo bienestar a los animales, para disminuir el estres y mantener muy limpio y seco el lugar donde se acuestan las vacas.
¿Se pueden valorar de manera objetivo el manejo y la higiene de un corral?
Existen varios métodos de puntuaciacion de limpieza centrados, no en las instalaciones, que un día pueden es- tar mejor que otro, sino en la higiene de las vacas, como reflejo del manejo y la higiene del corral en el tiempo. Los animales se puntúan estimando el nivel de suciedad y acumulo de estiércol en diferentes zonas de las vacas (tabla 1).
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