Un nuevo virus está amenazando la mesa de Acción de Gracias este año, según un economista de la División de Agricultura del Sistema de la Universidad de Arkansas.
Durante los últimos años, la industria avícola ha estado luchando contra la influenza aviar altamente patógena, pero ahora también se enfrenta al metaneumovirus aviar (aMPV). El virus, que no ha sido detectado en bandadas de Arkansas, afecta el sistema respiratorio superior y ha sido detectado en pavos, pollos de engorde, gallinas ponedoras y reproductoras, explicó Jada Thompson.
El virus fue detectado por primera vez en pavos en Sudáfrica en 1978. Además de causar la muerte de las aves, la enfermedad está asociada con la reducción de la producción de huevos y la aparición de cáscaras blandas o delgadas, dijo Dustan Clark, veterinario avícola de extensión para la División de Agricultura.
Según el Servicio de Inspección de Sanidad Animal y Vegetal, se encontraron dos subtipos del virus, nunca antes vistos — los subtipos A y B — en pavos de California a finales de 2023, y se confirmaron en enero en pavos y pollos de engorde en Virginia y Carolina del Norte, respectivamente. Se sabía que el subtipo C ya existía en los EE. UU.
El nivel más bajo desde 1998
El Servicio de Investigación Económica del Departamento de Agricultura de los EE. UU. informó que los inventarios de huevos de pavo en incubadoras al 1 de junio eran de 22.8 millones, el nivel más bajo desde 1988.
Las colocaciones de aves recién nacidas en instalaciones para ser criadas hasta el peso de sacrificio disminuyeron en junio un 18% interanual, siendo febrero de 2024 el único mes desde 2005 con colocaciones más bajas.
A principios de octubre, las incubaciones de huevos de pavo — huevos que se colocan en incubadoras para la eclosión — habían disminuido un 8%, dijo Thompson.
“Eso es una pérdida bastante grande”, comentó. “Estamos cerca de que el 10% de nuestros huevos no resulten en pavos para ser criados como carne”.
Esto se suma a la pérdida de pavos ya nacidos para la producción de carne. “En agosto, estábamos un 11% abajo en producción de carne de pavo”, dijo Thompson. “Eso significa que no tendremos tantos pavos en Acción de Gracias”.
Oferta y demanda
Según la ley de la oferta y la demanda, menos pavos probablemente se traducirían en precios más altos.
Sin embargo, los minoristas podrían suavizar el impacto. Aunque el Día de Acción de Gracias gire en torno al pavo, la comida tradicional también incluye muchos otros elementos.
“Muchas veces los minoristas compensan un poco. Absorben algunas de esas pérdidas en el precio del pavo para obtener otras ventas”, explicó Thompson.
Por “otras ventas”, Thompson se refiere a que cuando un cliente va a la tienda por ingredientes para la comida festiva, “estás comprando huevos, leche, pan, el relleno, las papas, los camotes, los malvaviscos, los ejotes y todas las cosas que acompañan una comida tradicional de Acción de Gracias”, dijo. “Entonces, si te vendo todos los otros productos, no necesito obtener tanto beneficio del pavo. Puede ser algo así como un producto gancho.”
Protegiendo a las aves
Dado que los síntomas de aMPV pueden imitar los de otras infecciones, como la gripe aviar o el micoplasma, las pruebas de diagnóstico son cruciales, señaló Clark. Las pruebas diagnósticas pueden incluir el examen de muestras del sistema respiratorio o de sangre.
Los propietarios de bandadas deben utilizar prácticas sólidas de bioseguridad para protegerse contra el aMPV y otras infecciones. Al igual que en la gripe aviar, las aves silvestres pueden transmitir la enfermedad.
“Sabemos que se ha observado la transmisión por contacto directo”, dijo. “La bioseguridad estándar te ayudará a evitar que el aMPV entre.”
Otras prácticas incluyen “usar monos protectores, limpiar y desinfectar el equipo, las botas y cosas por el estilo”, dijo Clark. “Existen vacunas en otros países, pero no las tenemos aquí.”
En agosto, Merck Animal Health anunció que el USDA aprobó la fabricación y venta de la vacuna autógena experimental de Cambridge Technology en EE. UU. para el aMPV tipo B.
Ivan Alvarado, D.V.M., del departamento de servicios técnicos de innovación en ganado de Merck Animal Health, dijo que las vacunas desarrolladas por Cambridge Technologies estimulan la inmunidad con la concentración antigénica adecuada. “Debido al uso de emulsión de aceite y agua, estas vacunas han demostrado una baja reacción tisular en las aves después de la vacunación, lo que se ha asociado con menos efectos adversos sobre la ganancia de peso corporal y la uniformidad.”
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