Páginas

domingo, 2 de noviembre de 2025

ALIMENTACIÓN DE TERNERAS ALOJADAS EN GRUPO

 En el número anterior de Frisona Española (no 255) publicamos un trabajo relativo al alojamiento de terneros en grupo, explicando las características y condiciones que debe reunir este sistema, así como sus ventajas e inconvenientes, frente al más habitual alojamiento de los terneros, en corrales o casetas, de forma individual.

Una de las principales razones para que el alojamiento de las terneras (y terneros macho hasta su venta) haya sido y siga siendo mayoritariamente individual, es la evidencia de que tras la toma de la leche se producen succiones cruzadas entre animales, que incrementa el riesgo de transmisión de patologías y de otras circunstancias negativas como orejas congeladas (en climas muy fríos), succión de hocico, pezones u ombligo, así como una mayor incidencia de “robos de leche” cuando las terneras no se alojan de forma individual.

En este nuevo trabajo pretendemos mostrar las últimas investigaciones, que vienen a demostrar que una mejor gestión de la alimentación durante la lactancia puede reducir considerablemente los riesgos citados

Nutrición y Epigenética

Veamos en primer lugar por qué es tan importante una alimentación adecuada en las primeras semanas de vida de la ternera.

Desde hace décadas se reconoce la interacción que existe entre el medio ambiente en el que se desarrolla un individuo y su potencial genético, si bien ha sido en los últimos 10 años cuando esa interacción ha generado mayor interés, así como los mecanismos biológicos que la controlan.

Este efecto fue definido en los años 40 del siglo pasado como “epigenética” por C.H.Waddington. Se puede decir que la epigenética es el estudio de los mecanismos que regulan la expresión de los genes sin una modificación de la secuencia del ADN que los compone. Dicho de otra forma, facto- res externos, como los ambientales, pueden provocar cambios en la expresión de los genes (fenotipo) que no se hubieran producido si esos factores no hubieran existido, hubieran sido diferentes o hubieran sido aplicados en otro momento de la vida del animal.

Uno de los aspectos más interesantes de este concepto es su potencial de mantener el cambio en la expresión génica incluso después de que el efecto de esos factores haya desaparecido. Algunos, incluso, pueden ser transmitidos a la descendencia.

En animales de interés zootécnico los efectos de la epigenética generan enorme interés dado el potencial de incrementar la productividad de dichos animales a través de la nutrición en etapas críticas del desarrollo.

En bovinos, el calostro se ha considerado siempre como un alimento esencial para el ternero para la transferencia de inmunoglobulinas. Sin embargo, los beneficios de la alimentación con calostro superan lo que se puede atribuir exclusivamente a la transferencia de inmunoglobulinas. Los efectos positivos a largo plazo incluyen:

  • Mayor ganancia diaria de peso a los 180 días
  • Aumento de la producción de leche y de grasa durante la primera lactación
  • Reducción de la edad al primer parto
  • Aumento de la ganancia diaria de peso antes del destete
  • Aumento de la eficiencia de la alimentación
  • Aumento del consumo de alimento tras el destete.

Ventana de oportunidad

Pero para aprovechar este mecanismo biológico es importante actuar en el momento adecuado. Una ventana de oportunidad es un período de tiempo durante el cual una acción puede ser realizada con un resultado previsto. En marketing, una ventana de oportunidad es un espacio de tiempo, normalmente corto, durante el cual una oportunidad puede ser aprovechada. El propio suministro de calostro es un ejemplo de ventana de oportunidad. Si éste no se realiza en las primeras 24 horas de vida del ternero, su efecto positivo se ve considerablemente reducido por la incapacidad del intestino de absorber grandes moléculas como las que constituyen las inmunoglobulinas. Esas 24 horas suponen la ventana de oportunidad en el suministro de calostro.

La ventana de oportunidad para influir positivamente en la epigenética del ganado lechero va más allá del suministro de calostro durante el primer día de vida. Un estudio reveló una relación positiva entre cada kilo adicional de ganancia diaria de peso de las terneras con la producción de leche durante la primera lactación. Los resultados de este estudio mostraron que el 22% de esta mayor producción de leche podía ser explicado con la alimentación recibida durante los primeros dos meses de vida. Esto implica que la nutrición antes del des- tete tiene entre 4 y 8 veces más efecto en la producción láctea que la selección genética, gracias al efecto que la nutrición tiene en la epigenética del animal.

ARTÍCULO COMPLETO… https://ganaderiasos.com/2025/11/01/alimentacion-de-terneras-alojadas-en-grupo-2/


sábado, 1 de noviembre de 2025

Revisitando la hipocalcemia de la vaca

 Probable que al leer el titular de este artículo a algunos les haya parecido rara la palabra “revisitando”, sin embargo, posiblemente a los jóvenes no les sucederá lo mismo ya que el verbo inglés to revisit es frecuente encontrarlo en la cabecera de discos, canciones o películas. Hay que decir que el verbo revisitar está aceptado desde no hace mucho en el diccionario de la Real Academia y, aunque se trata de una traducción literal del inglés, su etimología procede de la palabra latina revisitare. Si hubiera titulado este artículo hace unos años, habría empleado algún sinónimo de revisitar como, por ejemplo, repasar o revisar.

Revisando los artículos de Frisona Española hemos encontrado que hace casi diez años, concretamente en el número 213 de esta revista, correspondiente a mayo/junio del 2016, publicamos uno titulado “Cuándo y cómo aplicar calcio a una vaca”. Lo hemos repasado con un cierto temor a que estuviera anticuado y que los últimos descubrimientos echaran por tierra algunas de las cosas que en él se decían. Sin embargo, en esta ocasión, todo lo que se decía en aquel momento sigue totalmente vigente y por ello creo que puede ser interesante recordarlo brevemente con alguna actualización de los medicamentos que hoy en día se encuentran en el mercado.

El tratamiento de la hipocalcemia clínica

Denominamos hipocalcemia clínica de la vaca aquella en la que el paciente se encuentra ya en el suelo y es incapaz de levantarse, se corresponde con la segunda y tercera fase de la enfermedad. El tratamiento de esta enfermedad está completamente estandarizado: para una vaca frisona adulta se necesitan 10,5 g de calcio aplicados lentamente, en 10 minutos, por vía intravenosa.

En la actualidad, la presentación normal es la de viales de medio litro (hay alguno de tres cuartos de litro) de gluconato de calcio con concentraciones variables que van del 16 % al 45,8 %. Para alcanzar esos 10,5 g de calcio con un vial de 500 ml, la concentración justa sería del 23 %. Concentraciones del 19 al 25 % serían admisibles ya que aportan por vial entre 8 y 12 g de calcio respectivamente.

Con concentraciones menores o mayores hay que ajustar el volumen inyectado, ya que con una concentración menor, con medio litro, no se alcanza la dosis terapéutica y con concentraciones mayores, con ese mismo volumen, puede ponerse en peligro la vida de la vaca al provocar la parada cardiaca.

De cualquier manera, la infusión de calcio intravenosa da lugar a una subida inmediata del calcio sanguíneo muy superior a la fisiológica, seguida de una respuesta orgánica a ese exceso de calcio que hace que los niveles bajen de nuevo en unas 12 horas o menos y, consecuentemente, en un porcentaje alto de casos, la vaca recaiga de nuevo. Por ello es necesario que el tratamiento intravenoso vaya complementado con un tratamiento de calcio oral para que se mantengan los niveles de calcio estables.

El calcio oral, administrado tras el tratamiento intravenoso o en el parto y 24 horas después, sirve como tratamiento complementario de la hipocalcemia clínica, como tratamiento terapéutico en la primera fase de la hipocalcemia –antes de que la vaca esté caída– y también como profilaxis posparto de la hipocalcemia. La dosis de calcio oral debe ser de 40 a 55 g a ser posible en forma de sales ácidas como el cloruro y el sulfato o el formiato de calcio porque tienen mayor y más rápida biodisponibilidad. Otras sales de calcio, debido a la baja solubilidad, y por ende lenta absorción, no tienen efecto terapéutico. Estas sales de calcio tienen el inconveniente de ser muy irritantes por lo que deben darse en forma de bolo recubierto para proteger la mucosa faríngea y esofágica. Las presentaciones en forma de pasta, gel o líquido presentan riesgo de quemadura química de la faringe, el esófago o el rumen y también de ser aspirados y producir neumonía gangrenosa o neumonía aguda intersticial, ambas mortales.

Por otro lado, otros tratamientos frecuentemente empleados juntamente con el calcio como los corticoides o la glucosa no están indicados en absoluto ya que las vacas con hipocalcemia tienen, de manera natural, valores sanguíneos de cortisol y glucosa muy elevados.

Lo que acabamos de recordar es un repaso de la hipocalcemia. Bien es verdad que las investigaciones de la última década asientan el conocimiento que ya se tenía en lo que a tratamiento y profilaxis postparto se refiere.

ARTÍCULO COMPLETO… https://www.revistafrisona.com/Noticia/revisitando-la-hipocalcemia-de-la-vaca